Su mundo cambió por completo luego de un accidente. Huuge Bosse es un agricultor holandés de 71 años que resbaló del pavimento y se fracturó la cadera. Luego de que tuvo una operación, él no volvió a ser el mismo.
Desde hace dos año no para de reir. Aunque su cara sonriente y su risa contagiosa de mucha gracia, los doctores recomiendan que tenga un tratamiento especializado ya podría haber tenido una lesión en el cerebro o sufrir de esclerosis múltiple.
Su incesante risa ha provocado que su familia se aleje de él, como es el caso de sus dos hijos quienes ya no lo visitan tan a menudo porque su constante risa los irrita o los fastidia.