El “Bufo alvarius”, un sapo endémico del desierto de Sonora, que abarca parte de México, California y Arizona, vive diez meses bajo tierra. Los otros dos, coincidentes con la época de lluvias, sale para hincharse de mosquitos y aparearse. Tras dos meses de intensa actividad nocturna, vuelve a hibernar. En la ciudad de Sonora de este batracio se extrae de sus glándulas parótidas un líquido blanco que es el enteógeno más potente del mundo y es administrada como medicina para curar cualquier adicción o mal.
Cabe indicar que la reacción ante este estimulante es diferente en cada persona, a algunos les da por reír de forma macabra únicamente pero otros no la reciben tan bien.
Como dato adicional los sapos no sufre ninguna clase de dolor y tras ser exprimidos son dejados en libertad.