Una resiente investigación reveló que el hecho de trasladar una conciencia humana a un animal o cosa que no la tiene y ser capaz de intuir sus “supuestos” pensamientos requiere de una gran cantidad de procesos mentales y mucha imaginación.
Con esto la investigación busca demostrar que cuando una persona le atribuye una personalidad a un animal o cualquier objeto, está demostrando una gran imaginación, una gran capacidad de percibir la mente de otros seres vivos y un amplio desarrollo en sus capacidades sociales.
Si tienes la sana costumbre de conversar con tus mascotas, en el siguiente informe puedes descubrir que no eres el único que lo hace.