Se llama Riley y vive en las afueras de Búfalo en Nueva York, ella asegura que se viste de bebé muy a menudo, cuando puede; asegura que esto le ayuda a olvidarse de tanto estrés del mundo exterior. Toda su vida gira en torno a esto, hasta el punto de que convirtió su dormitorio en una guardería. Pasa unas 12 horas jugando a ser un bebé.
Le gusta dormir en cuna, usar ropa de bebe e incluso utiliza pañales y su casa está completamente amoblada y decorada como un cuarto de niños pequeños. Aunque esto ha obligado a apartarse de sus amigos o familiares, ha aprendido a tomar esta situación con mucha tranquilidad.
A pesar de llevar su vida como una personas normal cuando está fuera de casa pasa unas 12 horas vestida y comportándose como una bebé. Su extraña adicción, no solo no es conocida por muchos, sino los que la conocen no puede entender lo que pasa por su cabeza.