Su entrenador lo presenta siempre con orgullo, su nombre es “Caramelo” y es un burrito a quien le ha enseñado a ser tan elegante como un caballo pura sangre. El peculiar jumento conoce a la perfección el paso español de los caballos andaluces y los imita en su andar a la perfección
El burro, a punto de cumplir seis años y que vive junto a su novia que se llama "Piruleta" y su cría, ha desarrollando innumerables piruetas y ya ha actuado en varias ferias de Andalucía, España.
Su dueño y entrenador, el sevillano Carlos Román, ha asegurado que cuando acaba sus actuaciones, por las que cobra 300 euros, los mayores "se echan las manos a la cabeza y se comen a besos al burro porque no se pueden creer que un animal tan bruto se luzca con tanto garbo".