Existen comerciales realmente geniales, sin embargo hay otros que son raros, insólitos y hasta algo ridículos, y en Japón hay muchos de éstos.
Quién se imaginaria que en un spot pondrían a una chica tomando sopa bajo el sol, peor aún si al consumirla se convertiría en una Sailor Moon.
O como otro comercial, donde unos pequeños pueden estar bailando muy alegres, pero a la hora del almuerzo pueden entrar en llanto si no les dan su embutido favorito.
Cerraremos este informe con el spot donde un demonio y su pequeño hijo quedaron maravillados con las bondades de un nuevo modelo de inodoro.