Lisa es una amante de los animales y en uno de sus viajes quedó impactada al verlo y decidió comprárselo a los trabajadores de una fábrica de abrigos, que lo iban a sacrificar para usar su piel. Ella no podía creer lo que veía así que hizo hasta lo imposible para llevárselo a casa con ella a Rusia.
Fue así como lo adoptó y lo cría como si fuera un perrito y recibe todo el amor que necesita, pero este zorro blanco no es el único animal que ha rescatado, en su departamento tiene búhos, tarántulas, perros, conejos y hasta iguanas.
Y aunque vivir con tantos animales puede ser un problema, ella adora a todas sus mascotas y se las arregla para que nada les falte.