Nadie pensó que al subir al escenario el joven Tsenguun se metería el público al bolsillo gracias a su habilidad en el baile del tubo.
Combinando su arte con algo de seducción se ganó de inmediato la atención de las damas, sin embargo fue su muestra de fuerza y flexibilidad lo que realmente sorprendió en su acto.
Tsenguun fue el encargado de cerrar el show de talentos en Mongolia, convirtiéndose así en uno de los favoritos.