Los blogueros cuya especialidad es tirar baldes de agua fría a las autoridades de tránsito y a las parejas que se besan en la vía pública, o caerles a “chipotazos” a los transeúntes sin motivo alguno, ya cuentan con miles de seguidores en sus redes sociales.
Esta vez decidieron hacerla de “Robin Hoodes”, robándole la comida a los ricos, en buenos restaurantes de la zona, para llevársela a los indigentes de las calles mexicanas. Sin duda alguna una noble labor, pero dejando, como siempre, un gran malestar en sus víctimas.