Es el ícono de las modelos de talla grande, pero una sesión de fotografía para la revista Maxim ha generado polémica, pues se la muestra delgada. Sus seguidores en Instagram acusaron tanto a la publicación como a la modelo Ashley Graham por el uso de Photoshop para moldear su figura.
Y es que las impresionantes fotos no pasaron desapercibidas. Ante la polémica, Graham emitió un comunicado para defenderse y aseguró que las fotografías no fueron retocadas.
Expresó que se siente muy contenta de que su trabajo le abra las puertas a las mujeres de talla grande en la industria de la moda. Photoshop o no, no hay duda que Ashley sigue siendo una modelo impresionante.