En el ojo de la tormenta. Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, negó que vaya a dimitir a su cargo tras la enorme polémica desatada por besar en la boca a la futbolista Jenni Hermoso durante la condecoración por ganar el Mundial Femenino.
Durante la Asamblea General, Rubiales dio unas palabras donde aseguró que no tiene pensado dimitir y que el beso con la deportista fue “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”, además que tiene “momentos cariñosos con la concentración”.
“Fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas. Fue consentido, esta jugadora falló un penalti y yo tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un mes y tuvimos momentos cariñosos en esta concentración", dijo el funcionario durante su participación.
También relató más detalles del polémico momento, pues dijo que fue la futbolista quien lo levantó del suelo y lo atrajo a su cuerpo: "Y casi nos caemos y al dejarme en el suelo nos abrazamos (...) me subió en brazos y me acercó a su cuerpo y le dije olvídate del penalti y me contestó eres un crack y yo le dije ¿un piquito? y ella dijo vale. Se despidió con un último manotazo en el costado y se fue riendo. Esa es la secuencia de todo".
Finalmente, dijo que no existe ninguna posición de dominio en este caso y aseguró que no se está tratando de hacer justicia, sino de ejecutar un “asesinato social”.