Tras el sexto gol del Fluminense de Bahía de la segunda división brasileña de futsal, el jugador del Alcione del Atlético Brasileense no tuvo mejor manera de protestar ante una posible falta que propinando un fuerte cabezazo al arbitro, que terminó derribado en el suelo, y posteriormente le lanzó una cobarde patada en la cabeza.
El arbitro quedó inmovilizado e inmediatamente el atacante fue detenido por los demás jugadores quienes le increparon su accionar. Finalmente la Policía tuvo que intervenir, llevándose al deportista agresor para que sea recluido.