Desde Bruselas hasta Moscú, los hinchas belgas estallaron de regocijo al ver a su selección pasara semifinales y ser considerados una de las cuatro mejores selecciones del mundo.
La sede del Fan Fest de Moscú se llenó de llantos de alegría por este siguiente paso en la Copa del mundo. Por su parte, la plaza de Bruselas se llenó de gritos de euforia.
En parques, restaurantes, hogares y hasta las calles se inundaron de alegría. Decenas de autos hicieron una caravana con banderas y pancartas en varias vías principales de la capital.