El caso de Paolo Guerrero ha caído como baldazo de agua fría en los entrenamientos que se realizaron en La Videna. Los dirigidos por Ricardo Gareca tuvieron un retraso de 25 minutos para ingresar al campo y sus expresiones corporales denotaban que algo no andaba bien.
Se vio a Juan Carlos Oblitas conversando con los miembros del cuerpo médico, a Gareca hablando con sus asistentes y los jugadores no mostraban la alegría de siempre, al parecer estaban a la espera de la confirmación de la terrible noticia.
Horas más tarde, Yoshimar Yotún salió a declarar a la prensa y mencionó que no sabía sobre la suspensión de Guerrero, que se trataba de un rumor y que no tenía nada oficial.