Mientras los altos mandos de la Policía Nacional del Perú (PNP) celebran su 36º aniversario institucional, la corrupción dentro de la institución parece no detenerse. La corrupción ya no se limita solo a los agentes de tránsito cobrando coimas, sino que ha llegado a involucrar a efectivos de diversas áreas.
Recientemente, se ha denunciado el caso de dos suboficiales de la comisaría de Jicamarca, Luis Miguel Lago y Jarlin Dávila Risco, quienes, durante una intervención a un joven y su pareja en San Juan de Lurigancho, habrían exigido el pago de 100 soles a cambio de evitar una multa.
Ademmás, Dávila, quien también habría realizado propuestas indecentes y tocamiento a la pareja del joven, intentó, en un primer momento, fingir un desmayo para evadir las consecuencias, luego habría ofrecido 500 soles a las víctimas a cambio de no ser denunciado.
Al llegar a la comisaría, los afectados aseguraron que tanto el comisario como otros oficiales intentaron persuadirlos para que no presentaran una denuncia y habrían permitido que los suboficiales involucrados escaparan.
CASO DE POLICÍAS QUE INTENTARON COBRAR COIMA A EMPRESARIO
Este no es el único escándalo de corrupción. Ayer, se conoció sobre la captura de cinco agentes de la Policía Fiscal por cobrar una coima de 20,000 soles a un empresario textil.
Entre los detenidos figura la suboficial Ana Cecilia García Paredes, quien, tras haber sido atropellada en 2013 mientras realizaba labores policiales, ahora está involucrada en actividades ilícitas. Junto a ella, también se encuentra la suboficial Deyce Andia Poma, quien, tras haber sido víctima de un asalto en 2018, parece haber olvidado su compromiso de luchar contra la delincuencia.