La mañana de este 21 de abril, el expresidente Alejandro Toledo se entregó a las autoridades de Estados Unidos para enfrentar un proceso de extradición hacía el Perú y responder por las acusaciones de presuntas coimas de más de 35 millones de dólares que habría recibido de la empresa Odebrecht.
Pero el exjefe de Estado tiene una y mil historias para evadir a la justicia. En su última entrevista para la agencia EFE, antes de ir a prisión, Toledo arremetió contra el sistema de justicia peruana acusándolo de corrupto, politizado y parcializado por una supuesta mafia fujimontisinista.
“En u sistema de administración de justicia contaminado por la corrupción y politización. Yo sé que voy a en contra no voy a jugar un partido de fútbol que comienza cero a cero o que el arbitro es parcial”, señaló.
Pero no fue el único dado que dijo, apocas horas de ir a prisión, el exjefe de Estado se victimizó por sus orígenes andinos y señaló que sus enemigos buscan verlo preso solo por haber nacido en los andes peruanos.
“No me perdonan el coraje o la tontería de regresar a mi país después de mi éxito académico y ser presidente, ahora me echan la culpa de la elección de Pedro Castillo, que es un mal ejemplo que yo he establecido”, aseguró.