Tecnología

Miércoles, 05 de octubre del 2016

Insólito: Niño de 10 años quería ser youtuber y acabó debiéndole 100 000 euros a Google

Cuando se recomienda a los padres vigilar a sus hijos en Internet no es solo por el contenido inapropiado o la gente peligrosa, sino también por esto.




Por razones como ésta es que los entendidos en tecnología aconsejan siempre a los padres estar pendientes de lo que hacen sus menores hijos en Internet. Y en esta ocasión no nos referimos solamente a que puedan acceder a contenidos prohibidos o contactar gente peligrosa.

En Torrevieja, Alicante, en España, un niño de solo 10 años que quería ser youtuber terminó debiéndole nada menos que 100 000 euros (unos 112 000 dólares) a Google, cifra que le quitaría el sueño a un padre de familia en cualquier parte del mundo.

¿Qué ocurrió? Según recogen diferentes medios del país,  el niño, junto con otro amigo de 15 años, creó una cuenta en YouTube con el fin de abrir un canal vinculado a una página web sobre música e insertar anuncios en sus videos para ganar dinero.

Sin embargo, lo que ambos no sabían era que, por error, en lugar de un perfil básico, crearon su cuenta en Google AdWords, servicio de publicidad pagada de Google. El menor dio todos los datos necesarios: cuenta de correo, número de cuenta corriente (de su cartilla de ahorros) y el sitio web a promocionar.

Dos semanas después, en la cuenta bancaria comenzaron a cargarse varias facturas: las primeras de 50 euros, luego de 1500 y hasta 1800. En menos de una semana llegó a los 78 000 y, finalmente, alcanzó la astronómica cifra de 100 000 euros.

Lo peor de todo es que el jovencito creía que las facturas eran en realidad lo que estaba ganando gracias a sus videos por lo que, lejos de preocuparse, estaba más que feliz. Su madre, Inma Quesada, cuenta que le decía que se iba a comprar “un montón de cosas con el dinero que ganaba en Internet, incluida una mansión”.

No obstante la señora no le prestó atención, pues pensaba que eran “cosas de críos”. Ahora la familia no se explica cómo un niño pudo activar un servicio de este tipo sin que se corroboren sus datos. Sintiéndose estafados, pidieron explicaciones al gigante tecnológico con abogado de por medio.

Google emitió un primer comunicado, muy escueto: “Estamos investigando el tema. Por otro lado, siempre estamos disponibles para responder a preguntas sobre nuestro sistema de anuncios o facilitar ayuda a nuestros clientes por teléfono, vídeo llamada, email u otros canales”.

Un día después de estallar la polémica en diferentes medios del país, sin embargo, pusieron punto final al asunto con otro correo donde aprovechan para aconsejar a los padres que mantengan vigilado a su retoño:

“Hemos analizado este caso y no hemos recibido dinero por parte de este usuario. Vamos a proceder a cancelar el saldo pendiente de AdWords. Muchos servicios online, incluyendo Google AdWords, tienen restricciones de uso por edad. Sabemos lo importante que es mantener el entorno de la familia seguro en internet. Por eso los padres pueden encontrar información sobre cómo hacerlo en el Centro de Seguridad Familiar de Google”.

Esta historia, cómo vemos tuvo un final feliz para el chico y sobre todo, para sus atribulados padres. Sin embargo, el siguiente caso podría no tener tanta suerte si no estamos atentos a todos los peligros del Internet. Atención, papás.


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