La ofensiva de las Fuerzas Armadas ha diezmado a los grupos narcoterroristas que actúan en la zona del VRAE, y esto, genera la deserción en las hordas subversivas”, señaló este sábado una joven que estuvo cautiva en un campamento de Sendero Luminoso.
En declaraciones a la agencia de noticias Andina, esta mujer narró sobre los meses de horror que vivió en manos de los sediciosos, y de los abusos cometidos por los narcoterroristas que se ocultan en el VRAE.
“Todos los terroristas tienen miedo cuando llegan los helicópteros, y todos se separan y huyen cuando escuchan que se acercan”, sostuvo la joven al conversar con la agencia Andina.
Además indicó que estos ataques causan bajas en las huestes senderistas, pero los cuerpos rápidamente son enterrados, y en otros casos, lanzados a los abismos para que no sean encontrados.
La joven contó, en uno de los ataques de las fuerzas armadas al campamento donde estaba secuestrada, aprovechó el desconcierto que generó la incursión con los helicópteros para huir de ese lugar, después de meses cautiverio y de sufrimiento.
Ahora esta mujer cuenta con la protección del Estado, y narró ante el espanto de la prensa que con engaños fue llevada a un campamento para que “supuestamente” realice labores de cocina, pero después los integrantes del movimiento terrorista la usaban como un objeto reproductor.
Esta mujer agregó que ella vio a personas que son forzadas a trabajar en las pozas de maceración de hoja de coca que tienen los delincuentes narcoterroristas en sus campamentos.
La joven, que está embarazada, dijo que sufrió abusos físicos y violaciones sexuales, producto de lo cual se encuentra en ese estado, con ocho meses de gestación.
