Dilma, una tierna y carismática niña de ocho años, ha regresado feliz y triunfante a su hogar después de cuatro años. Ella ha vencido al cáncer que le detectaron a los cuatro años y que la obligó a salir, de la mano de su madre, de la comunidad campesina Yocamalla, ubicada a 3,836 m.s.n.m. en el distrito puneño de Caminaca, en la provincia de Azángaro.
Ellas retornaron a su casa hace dos semanas donde las esperaba el hermano mayor de Dilma, un joven de 14 años, con quien tuvo un emotivo reencuentro. También le dieron la bienvenida sus amigos del tercer grado de primaria del colegio local, el cual también tuvo que dejar por su estado de salud.
Su madre, Miriam Apaza Leonardo, recuerda que en agosto del 2018 notó que su hija tenía un grave problema de salud al presentar fiebre y tos por un mes completo. Del centro de salud de Caminaca la refirieron al hospital Carlos Monje Medrano de Juliaca y de ahí al Honorio Delgado de Arequipa (donde le detectaron la leucemia linfoblástica aguda). Finalmente pasó al Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas del Sur – IREN Sur, donde empezó su tratamiento a finales del 2019.
De inmediato, los médicos oncológicos iniciaron los análisis especializados, tratamientos y quimioterapias focalizadas. La leucemia linfoblástica aguda es un tipo de cáncer de la sangre y la médula ósea que empeora de manera rápida si es que no es tratado oportunamente.
Dilma y su mamá permanecieron en el IREN Sur, ubicado en la ciudad de Arequipa, durante tres años y en ese tiempo se ganaron el aprecio de todo el personal médico y auxiliar, quienes se convirtieron en su familia temporal.
Agradece a médicos y al SIS
“El trato del personal del IREN Sur ha sido muy bueno, nunca nos hemos sentido solas, a pesar de que venimos de otra región y no tengo conocidos en Arequipa, estoy muy agradecida realmente por la atención brindada y por la cobertura que me ha dado el SIS”, indicó la mamá.
El último control de Dilma en el IREN Sur fue el pasado 6 de julio, donde los especialistas confirmaron que los estudios realizados determinaron la inactividad de la enfermedad. Pero tiene que continuar llevando sus controles una vez al mes, lo cual también será cubierto por el SIS.
Su salida del establecimiento de salud fue muy emotivo. Médicos, personal auxiliar, administrativo y otros pacientes oncológicos se congregaron en el pasillo de entrada/salida del IREN Sur y despidieron a Dilma entre fuertes palmas y buenos deseos. La pequeña estuvo muy emocionada por tanta muestra de cariño hacia ella.
Quiere ser médico y le gusta el Tik Tok
Cuenta Miriam que su hija, luego de su experiencia de tres años de tratamientos en el IREN Sur, ha dicho que “de grande” quiere ser médico. “Como la doctora Erika o el doctor García, que le ponían las inyecciones”, dijo risueñamente.
Dina es una niña vivaz, juguetona y en el último año que ya estaba mejor grabó varios Tik Tok, incluso, dentro del mismo establecimiento de alta complejidad.
Ahora que ha regresado sana a su comunidad campesina de Yocamalla le gusta el campo y siempre está jugando con sus animalitos, dice su madre quien precisó que ese ambiente natural también está contribuyendo para que mejore su condición.
