Ante el avance de la delincuencia en nuestro país se contrapone otra realidad aún más preocupante: los graves problemas de nuestras autoridades para enfrentarla. Según el IV Censo de Comisarías 2015 de INEI, en el Perú un policía labora en una comisaría por cada 856 habitantes.
De acuerdo a las cifras recogidas por Perú 21, en el 2012 había 93,982 custodios en todo el país. El año pasado se registró 117,975 (23,993 más). De este grupo, 36,380 trabajan en las comisarías. Expertos indican que estándares internacionales recomiendan un agente por cada 250 habitantes.
A finales de 2012, el presidente Ollanta Humala reconoció un déficit de 30,000 efectivos en la PNP, y se comprometió a incorporar dicha cantidad en un lapso de dos a tres años, lo cual significa que no logró pudo cumplir su palabra.
César Bazán, coordinador del área de Seguridad Ciudadana del Instituto de Defensa Legal, apuntó que la cifra de policías se ha mantenido. “En los últimos años se movía entre los 110,000 y 120,000 agentes”, dijo.
Para el director Ejecutivo de Proética y extitular del Interior, Walter Albán, pese a que nunca se invirtió tanto para mejorar las condiciones de la Policía como ahora, factores como la explosión demográfica, el crecimiento en términos urbanos y la alta tasa de criminalidad han impedido actuar “con la celeridad que el tema ameritaba”.
También señaló los pocos incentivos que existían para que los jóvenes optaran por la carrera policial y recordó que existen unas 20 escuelas de formación, muchas de las cuales no cuentan con lo indispensable para preparar a los nuevos custodios.
Cabe señalar que según el censo del INEI, solo el 40.6% de las comisarías cuenta con un equipo de comunicación propio y operativo. Además, solo el 42% posee “acceso propio y adecuado a Internet”. Solo el 33% cuenta con el sistema de denuncias policiales.
