Un verdadero desafío se libra cada miércoles y sábados en los penales del país. Son los días de visita femenina, días aprovechados por colaboradoras de la delincuencia para intentar ingresar todo tipo de artilugios al interior de las cárceles: chips telefónicos, USB, dispositivos portátiles de internet y hasta cerveza.
Karina Novoa y Christian Loayza estuvieron en algunas de esas jornadas en el penal de Lurigancho y esto es lo que encontraron.