Un equipo de La Batería llegó hasta las alturas de Puno y comprobó cómo cientos de peruanos soportan las bajas temperaturas que azotan la zona. A la falta de abrigo, se suma la falta de servicios básicos como agua y desagüe.
La pobreza en el lugar es más que evidente y los pobladores no tienen más remedio que soportar las heladas, que hacen descender la temperatura hasta unos 15 grados bajo cero. Los niños y los adultos mayores son quienes más sufren.
Pese a que se lleva ayuda desde Lima, nada es suficiente. Y es que la presencia del Estado en estos lugares es casi nula. No les llega ayuda social y no tienen con qué enfrentarse a un problema que los aqueja año tras año.