Se complica panorama para liberación de rehenes en Colombia

Casi una semana después de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron la liberación de Consuelo González, Clara Rojas y su hijo Emmanuel, la operación fue aplazada indefinidamente el lunes en medio de acusaciones de la guerrilla y de Venezuela a Bogotá por el colapso del plan. Las FARC le enviaron una carta al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la que aseguraron que los intensos operativos militares desplegados en la zona de la entrega impedían la liberación. Chávez, a quien la guerrilla le prometió la entrega de los tres rehenes como un acto de desagravio después de que Colombia suspendió su mediación para conseguir la liberación de los secuestrados, acusó al mandatario Alvaro Uribe de dinamitar su plan después de que reveló una hipótesis según la cual las FARC no tienen en su poder al niño Emmanuel. No obstante, Uribe negó que sus Fuerzas Militares hayan sostenido combates que hubieran perjudicado la entrega de los tres secuestrados, mientras aceptó una propuesta de Venezuela para crear un corredor de seguridad y facilitar la liberación. El mandatario, caracterizado por su mano fuerte contra la guerrilla y el más importante aliado de Estados Unidos en América Latina, también anunció su disposición para ordenar un cese al fuego a sus Fuerzas Armadas en la zona de la entrega. El ex presidente de Colombia Ernesto Samper se declaró perplejo por lo sucedido y dijo los hechos demuestran que "tanto las FARC como el Gobierno buscan sacar dividendos políticos" con el drama de los secuestrados. El político admitió que pese a la presión de la comunidad internacional la liberación de rehenes de mayor perfil en poder de la guerrilla como la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses, será compleja y difícil. El analista político León Valencia dijo a Reuters que Uribe y las FARC "tiene un pulso político a muerte y mutuamente no se hacen concesiones de ninguna clase." "Los perjudicados son los secuestrados que siempre han importado muy poco para las dos partes. Es la comunidad internacional la que ha obligado a moverse a las dos partes, pero a regañadientes. El camino para la libertad de los secuestrados será largo y tortuoso," explicó. Las FARC mantienen secuestrados a 47 rehenes, algunos de los que completaron 10 años privados de la libertad en campamentos rebeldes en medio de la selva, y buscan intercambiarlos por unos 500 guerrilleros encarcelados. Pero las posiciones inflexibles de las partes han impedido llegar a un acuerdo que ponga fin al drama de los secuestrados. La guerrilla exige que el Gobierno retire sus Fuerzas Armadas de una zona de 780 kilómetros cuadrados, pero Uribe se opone con el argumento de que buscan sacar ventaja militar de una región estratégica para el tráfico de drogas y de armas. Aunque los delegados internacionales, incluido el ex presidente de Argentina Néstor Kirchner y los representantes de los gobiernos de Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador, Francia y Suiza, salieron de la ciudad colombiana de Villavicencio, donde se coordinaba la última fase de la misión de rescate, Chávez anunció que la operación se mantiene. "Independientemente de lo ocurrido, de lo que dijo el Presidente (Uribe), seguimos, a menos que Colombia nos eche de su territorio o nos niegue el permiso para que estén allá nuestros equipos," declaró el mandatario venezolano. Los cuatro helicópteros enviados por Venezuela para recibir los rehenes continuaban el martes en el aeropuerto de Villavicencio, pese a que la misión fue aplazada.