“En un abrir y cerrar de ojos”, barrios enteros del estado de Colorado, en el oeste de Estados Unidos fueron destruidos en un incendio que se va apagando este viernes, con la caída de las nevadas, extinguiendo los últimos indicios de fuego.
Decenas y miles de personas tuvieron que huir del lugar, dejando alrededor de 500 casas destruidas y reducidas cenizas. Hasta el momento no hay constancias de muertos, “un milagro”, manifestó el gobernador Jared Polis.
Los destrozos que el incendio han sido descomunales. Las imágenes aéreas mostraron el panorama de como se encuentran las calles, reducidas a humo y cenizas. Sin embargo, este incendio alcanzó los suburbios y no se limitó solo a las zonas rurales, en comparación de otros incendios ocurridos en el estado de Colorado.
"Las familias tuvieron apenas unos minutos para meter todo lo que podían -los animales, sus hijos- en el coche y marcharse", dijo Polis en una rueda de prensa el viernes. Sucedió "en un abrir y cerrar de ojos".
Las llamas dibujaron el cielo de color naranja, en horas de la noche. Además, el viento avivaba el incendio con ráfagas de hasta 160 km/h. Según parece, el siniestro fue causado por la caída de postes eléctricos, sobre suelo árido.
El número total de casas destruidas por el incendio todavía es desconocido. No obstante, el sheriff del condado Boulder, Joe Pelle, estima que son más de 500 casas y agregó que “no le sorprendería que fueran más de 1000”.