Con cinco votos a favor y cuatro en contra, el Tribunal Supremo de Estados Unidos dio su visto bueno a la ejecución de un hombre condenado a muerte por un crimen federal ocurrido en el 2003.
Wesley Ira Purkey es el sujeto de 68 años de edad que fue condenado a la pena capital por secuestrar, violar y asesinar a una adolescente de 16 años. Además es acusado de desmembrar, quemar y arrojar el cuerpo de la víctima a una fosa séptica.
También fue condenado en un tribunal estatal en Kansas por haber matado con un martillo a una mujer de 80 años enferma de polio. Su ejecución ha sido postergada varias veces gracias a los recursos de sus abogados, que dicen que el condenado sufre la enfermedad de Alzheimer y esquizofrenia y ejecutarlo es “inhumano”.
El gobierno de Donald Trump reanudó sus ejecuciones federales tras 17 años de interrupción. La primera ejecución se llevó a cabo el martes con la muerte de Daniel Lee, un supremacista blanco condenado en 1999 por la tortura y asesinato, tres años antes, de tres miembros de una familia. Otras dos ejecuciones están previstas el viernes y el 28 de agosto.