Viviendas completamente colapsadas, carreteras bloqueadas y pueblos aislados, es el panorama en Italia tras el terremoto que azotó al centro del país.
En horas de la madrugada un sismo de 6.2 grados en la escala Ritcher sorprendió a la población. El movimiento telúrico tuvo su epicentro a 4 kilómetros de profundidad en la provincia de Rieti. El sismo fue seguido por dos nuevos temblores de similar magnitud.
El terremoto afectó a las regiones de Lazio, Umbría y Marche, cuyas autoridades se han declarado en estado de emergencia. La localidad de Amatrice es la más golpeada por el terremoto; la fuerza del movimiento destruyó varias edificaciones y hay un número indeterminado de personas atrapadas bajo los escombros.
Según el alcalde de la ciudad, tres cuartas partes del pueblo ha desaparecido. Informes preliminares señalan que el terremoto dejó al menos 159 muertos, cifra que podría incrementarse debido a que mucha gente se encuentra aún bajo los escombros.