El pequeño Ethan Salon cantaría el himno nacional de Australia ante miles de personas en un estadio de béisbol, sin imaginar que en pleno acto sufriría un ataque de hipo.
Lejos de amilanarse, el niño de 7 años siguió cantando como si nada y fue ovacionado por los asistentes. Ni siquiera las risas de los jugadores hicieron que el pequeño se ponga nervioso.
La madre del Ethan contó que el pequeño se había sentido un poco abrumado con toda la atención, pero se siente orgullosa de la capacidad de recuperación que mostró su hijo.