Dilma Rousseff pidió “disculpas” a los ciudadanos brasileños luego de que infringiera las normas de tráfico al llevar a su nieto de tres años en brazos en el asiento trasero de un automóvil.
A través de su cuenta de Twitter, la presidenta brasileña explicó: “Llevaba a mi nieto en brazos en el asiento trasero y eso fue un error. La legislación de tránsito es clara: los niños tienen que viajar en su silla para el coche". La prensa local había dado cuenta hoy de la infracción.
"Pido disculpas por ese error", añadió Rousseff, quien explicó que llevaba al niño desde la casa de su hija "hasta la del abuelo, que queda en el mismo barrio", con lo que dio a entender que el trayecto había sido corto.
En Brasil, las leyes de tráfico consideran este caso como una infracción "grave", que se castiga con una multa de 191 reales (83 dólares unos 60 euros) y hasta prevé la retención del vehículo hasta que el propietario se presente con la correspondiente silla para niños.