Desde 1824, el nombre del país es oficialmente Estados Unidos Mexicanos. El presidente Felipe Calderón propone modificar el nombre para que, de ahora en adelante, la designación oficial sea solamente México.
Costos:
Cambiar la denominación oficial del país requiere un proceso de aprobación, que de lograr cumplirse, significaría una transformación administrativa total y a gran costo.
Por ejemplo, la reimpresión de al menos 190 millones de libros de texto gratuitos destinados a las escuelas de educación básica del país, tendría un costo aproximado de US$ 200 millones, de acuerdo con datos oficiales.
Habría que sustituir todos los documentos oficiales, de identidad, y monedas oficiales que circulen por el país: 32 estados, 33 congresos y 2,445 municipios, además de unas 2,400 corporaciones policíacas.
"Son cambios administrativos pero más allá de eso no veo modificaciones cotidianas, para la gente no tiene ninguna implicación", afirma Alfredo Ávila, académico del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Razones:
Calderón se refirió a la palabra méxico un referente "a nuestras raíces indígenas, a los antiguos mexicas que orgullosamente se reconocían con ese nombre".
"México no necesita un nombre que emule a otro país y que ninguno de nosotros, los mexicanos, usa cotidianamente", dijo ante periodistas locales.
"Perdónenme la expresión, pero el nombre de México, es México".
