El asesinato del conde español José Manuel Sartorius se convirtió en uno de los casos más enmarañados y misteriosos que le tocó investigar a la Policía Nacional, allá por 1963.
El caso se tornó en uno de los más complicados de la época debido a que Ingrid, una distinguida joven alemana de 24 años, se auto inculpó del crimen. Sin embargo, había cabos sueltos que no encajaban en la investigación.
La suspicacia de los peritos de la Policía desencadenó en el esclarecimiento de este terrible asesinato. Al cabo de un tiempo, se determinó que Ingrid intentaba a toda costa encubrir al verdadero asesino: su esposo.
Jose Oliveira había ultimado a José Manuel Sartorius de cinco disparos ejecutados a corta distancia la noche del 14 de diciembre, al enterarse que su esposa y el joven español mantenían una relación clandestina.
Por si fuera poco, Oliveira, un importante hacendado de la época, manipuló a su esposa para que confesara ser la autora del crimen, condicionándola con el bienestar de sus dos hijas.