No solo Barbie ha sido punto de críticas, en las últimas décadas, por el prototipo de belleza femenina que representa, sino también las princesas ficticias que nos presenta Disney en sus diversas películas infantiles.
Estos personajes son un ejemplo para las niñas. De ahí que quizá aquel rol de “princesita subyugada” (primer amor, príncipe azul, encuentro en el bosque)” haya variado, en algunos casos, por princesas más independientes. Sin embargo, ¿esta búsqueda de realismo también se ha dado físicamente?
Para la ilustradora Loryn Brantz los cánones de estas princesas parecen seguir siendo de fantasía. A partir de ello, nos da una idea de cómo lucirían si sus medidas fuesen más realistas.
“Como mujer a la que le encanta Disney y que se ha enfrentado a problemas relacionados con el físico, esto era algo que siempre quise abordar, especialmente después de ver Frozen”, explicó Brantz en una entrevista para The Huffington Post.
“Aunque me encantó la película, me horrorizó que el personaje principal no hubiese cambiado respecto a los de los años 60. La industria de la animación ha estado históricamente dominada por los hombres, y creo que eso ha contribuido a que los dibujos tengan proporciones tan extremas — ¡sus cuellos son casi siempre tan grandes como sus cinturas!”, agregó.