El expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, anunció que no se rendirá y que seguirá hasta llegar a la última instancia, respecto a la decisión de la FIFA de suspenderlo por tres años por haber forzado un beso de la jugadora Jenni Hermoso.
Por medio de su cuenta de X, antes Twitter, aseguró que apelará la decisión hasta que “se haga justicia y resplandezca la verdad”, manifestó. “Por muchos esfuerzos de algunos políticos, medios e instituciones, cada vez está más clara la desproporción e injusticia cometida”, añadió.
La FIFA tomó la decisión de inhabilitarlo para ejecutar “cualquier actividad relacionada con el fútbol durante tres años, tanto en el ámbito nacional como internacional", por el sonado caso que implica a la futbolista Jenni Hermoso. La entidad considera que la conducta del exfuncionario “ha infringido el artículo 13 del Código Disciplinario” donde se regula la “conducta ofensiva y violaciones de los principios del juego limpio”.
CUESTIONA EL PROCESO
Luis Rubiales señaló que el proceso no se ha realizado de manera justa, aseguró que tras la apertura del expediente en su contra no se ha respetado el periodo de diez días para presentar sus alegatos. “A los 2 días de concederme un plazo de 10 se me notificó la suspensión cautelar de mi cargo de presidente de la RFEF, sin haberme escuchado", manifestó.
Añadió que no tuvo una audiencia completa para defenderse y se le inhabilitó. “Es obvio que el linchamiento político y mediático recibido ha generado una ola en la que determinadas instituciones han querido actuar de determinada manera, más allá de preservar la presunción de inocencia o de dar a todas las partes las mismas oportunidades para que el proceso fuese justo y proporciona", criticó.
El ex presidente de la RFEF generó polémica internacional al besar en la boca a la delantera Jenni Hermoso durante la entrega de medallas, luego que España se consagrase como la mejor selección femenina de fútbol mundial. Este accionar no fue el único criticado por miles de personas en el mundo, pues también realizó gestos obscenos desde el palco del estadio al tocarse los genitales.