El golfista falló con el driver en el tee de salida del hoyo 11, y envió su bola justo donde un espectador seguía tranquilamente la jornada junto a un árbol. La pelota impactó directamente en la nariz de este aficionado, que cayó al suelo fulminado.
El error del sujeto fue colocarse delante del árbol, y no detrás, lo que le convirtió en un objetivo fácil para cualquier bola desviada. El aficionado pudo recuperarse del golpe, aunque terminó con la nariz rota.