El 'fantasma' del Maracanazo se hizo presente en el Mineirao. En Brasil se vive una tragedia deportiva solo comparable con el acontecido ocurrido en la final del Mundial de 1950. Esta vez el verdugo no fue Uruguay sino Alemania, un equipo que con sus 7 goles marcará un antes y un después en el fútbol carioca.
El cuadro ‘verdeamarelha’ quedó al desnudo ante una selección que lo pasó por encima en solo media hora. Sin duda alguna, los 30 minutos más espantosos en la historia del fútbol brasileño.
La ‘canarinha’ fue una lágrima, pero en los primeros 10 minutos ilusionó a todo un pueblo, ya que salió con todo sobre el campo teutón. Solo fue eso, 10’. Bastó que la llegada del primer gol alemán, a los 11’, para que Brasil se cayera a pedazos y diera un espectáculo decepcionante que nadie había imaginado.
Un equipo partido sin intenciones, que jamás pudo vulnerar el muro alemán, vio como los goles fueron llegando en un promedio de 6 minutos hasta el 5-0 contra. Klose (23'), Kroos, que hizo el tercero y el cuarto (25' y 26') y Khedira (29') cerraron el resultado de escándalo al primer tiempo.
Con este resultado, los cariocas caían al nivel de selecciones cómo Haití y Zaire. Y es que solo estas tres selecciones se fueron al descanso perdiendo con 5 goles o más.
La segunda parte, con un cuadro anfitrión herido en su orgullo, tuvo a Neuer multiplicándose para atajar disparos de Óscar y Paulino. Sin embargo, también fue un tiempo para terminar por certificar el desastre brasileño, pues llegaron dos nuevos tantos de Schürrle.
Incluso pudo llegar el octavo, pero Özil no estuvo fino en la definición y propició un contragolpe en el que llegó el único tanto brasileño, a través de Óscar a los 90 minutos.
El 'Maracanazo' ya no será más el peor episodio de los brasileños en una Copa del Mundo. Ahora pasa a ser una mera anécdota. Del 7-1 se hablará el resto de la historia del fútbol y no le será sencillo a Brasil recuperar el prestigio y la autoridad que tenía dentro de un campo de juego.
El ‘scratch’ tendrá que reinventarse y volver a sus orígenes para ser aquel equipo que aterrorizaba a sus rivales.
