“Soy un pívot de la NBA de 34 años. Soy negro. Y soy gay”. Así comienza la carta publicada por el jugador en la revista Sports Illustrated. Este es el primer caso reconocido en el baloncesto profesional estadounidense.
“No me propuse ser el primer atleta abiertamente gay que compite en un gran deporte de equipo. Pero como lo soy, estoy contento de comenzar. Desearía no ser ese niño de la clase que levanta la mano y dice: ‘Soy diferente’. Si fuera por mí, preferiría que otros hubieran dado antes este paso. Nadie lo ha hecho, y por eso levanto la mano”, sostiene el jugador.
“Puedo hacer lo que quiera. Y lo que quiero es continuar jugando al baloncesto. Aún amo este deporte y aún tengo algo que ofrecer. Mis entrenadores y compañeros lo reconocen. Al mismo tiempo, quiero ser genuino, auténtico y honrado”, agregó Jason Collins.
La misiva, dada a conocer hoy por la publicación en su edición digital, ha provocado un sinfín de reacciones, desde la propia NBA, hasta el expresidente Bill Clinton, buen amigo de Collins.