El 29 de julio, durante una serie de protestas contra el gobierno de la presidenta Dina Boluarte, un equipo de Panamericana Televisión fue víctima de un ataque mientras cubría los eventos en el Cercado de Lima. Los reporteros, quienes documentaban la marcha en el contexto del aniversario patrio, fueron agredidos por manifestantes que participaban en la protesta.
Los periodistas, que se encontraban realizando su labor informativa en las inmediaciones del Palacio de Justicia, sufrieron ataques físicos por parte de algunos individuos que se encontraban en en el lugar. Según los reportes, este grupo de agresores rodeó al equipo de prensa, lanzándoles objetos y golpeándolos con palos, a pesar de la presencia policial en el área.
"Estábamos haciendo nuestro trabajo, recogiendo cada protesta, cuando estas personas tomaron las calles desde las 11 de la mañana y pretendían frustrar la parada militar", relató una de los periodistas afectados. El equipo de prensa señaló que su intención era participar y denunciar las injusticias en el sur del país, pero fueron impedidos violentamente.
Durante la manifestación, algunas voces se alzaron pacíficamente, y exigieron la renuncia de Boluarte y justicia para los afectados por los conflictos en Puno y Ayacucho. Sin embargo, el clima de la protesta se vio severamente afectado por actos de violencia que intimidaron tanto a manifestantes como a periodistas presentes.
Un incidente particularmente alarmante ocurrió cuando un grupo insistió en que la cobertura del evento se transmitiera en vivo, rodeando al equipo de prensa y exigiendo atención mediática inmediata. "Queremos que transmita en vivo, en vivo, por favor", clamaban, mientras un niño y otras personas se veían envueltos en la tensión del momento.
