El ataque a una discoteca en San Juan de Lurigancho, fue la prueba de la violencia en su máximo apogeo, los delincuentes lanzaron un artefacto explosivo que hirió de gravedad a 15 personas incluido dos menores de edad y una mujer embarazada.
y es que esa noche criminales se acercaron a la discoteca ubicada en la avenida El Muro a la espera de la llegada del cantante Chechito, un joven artista de apenas 18 años y líder de la orquesta Los Cómplices de la Cumbia, que recién comenzaba a ganar terreno en el mundo de la música tropical.
Inicialmente indicó que se alejaría de los escenarios de manera temporal, sin embargo, hace poco anunció que continuará con sus eventos pactados. por otro lado, según investigación policial, detrás del atentado estaría la banda “Los Cachacos” , los herederos del “Loco Aroni”, quien fue cabecilla de los Malditos de Bayovar.
De igual forma, Alfredo Lizarbe, conocido como el ingeniero de la cumbia señaló hace varias semanas que es extorsionado por dos bandas criminales con los que, incluso, se vio en la obligación de negociar y por temor a las amenazas, tuvo que cancelar sus presentaciones y refugiarse en su hogar.
Pero ¿por qué los extorsionadores han puesto los ojos en los artistas de música tropical? La razón sería que un evento este tipo se dan normalmente los días jueves, viernes, sábados e incluso domingos, congregando aproximadamente a dos mil personas, con entradas que varían entre los 30 a 50 soles. a esto se suma la venta de alrededor de 500 cajas de cerveza por día, por lo que, las ganancias podrían alcanzar los 105 mil soles en una sola noche.
En lo que va del año, 12 mil 730 denuncias por extorsión se han reportado y 215 personas fallecieron por sicariato, precisamente la última fase de los casos que vemos de extorsión.
Cabe señalar que el 71 por ciento de víctimas de esta modalidad se encuentran en Lima. sin embargo, poco a poco este mal se ha expandido a nivel nacional.
Es así que ahora ningún representante de la música chicha o tropical se siente seguro en ninguna parte, pero todos coinciden con querer continuar con sus sueños y llenar los escenarios como ocurría antes, ya que, apenas comenzaban a recuperarse del duro golpe que sufrieron durante la pandemia llega esta nueva enfermedad llamada extorsión.
