Unas 150 personas agrupadas en dos bandos llegaron hasta el Morro Solar en Chorrillos, con carpas, esteras y plásticos para invadir la zona arqueológica de 32 hectáreas y obtener un lugar para vivir.
Provistos de piedras, palos y hasta machetes, los invasores amenazaban con protagonizar una batalla campal, mientras que un contingente policial llegó al lugar para disuadirlos y lograr que se retiren.
La pugna se desató en la mañana cuando solo había cinco agentes de la Policía Nacional, quienes solo se limitaban a ver como se lanzaban piedras entre ellos.
Una hora después llegaron siete policías más que, con bombas lacrimógenas, lograron que algunos invasores se retiraran temporalmente a la parte alta del cerro. Sin embargo, los ocupantes ilegales todavía no son expulsados en su totalidad.