Las autoridades francesas empezaron a desalojar inmigrantes que permanecían en el campamento de Calais, conocido popularmente como La Jungla.
En ese lugar miles de extranjeros se refugiaron huyendo de las guerras, con el sueño de ser recibidos por algún país europeo. Los evacuados serán distribuidos en centros de acogida por todo el país, sin embargo, muchos afirman que sus paraderos son inciertos.