Un grupo de terroristas suicidas del autoproclamado Estado Islámico provocaron la detonación de una planta de gas natural en Irak.
El hecho generó la muerte de al menos 12 personas dentro de la fábrica que quedó consumida por el fuego. Conductores y habitantes de las zonas cercanas a la tragedia fueron sorprendidos por la gigantesca columna de fuego durante la explosión.
Durante el ataque decenas de trabajadores resultaron heridos además de 27 soldados que custodiaban la planta ubicada al norte de Bagdad.
