El caótico tránsito vehicular y la inseguridad ciudadana son quizá los dos problemas que más aquejan a Lima. Por eso, el ministro Carlos Basombrío propuso dos potenciales soluciones: que los policías dejen de dirigir el tránsito y que los arbitrios de serenazgo sean cobrados a través de los recibos de luz.
Sobre el primer punto, Basombrío dijo que la tarea de ordenar el tránsito pase a manos de serenos y policías municipales y que los policías solo se dediquen a resguardar las calles.
Con la segunda iniciativa se buscaría recaudar los fondos que las personas están obligadas a pagar, pero que no lo hacen. Sin embargo, el propio ministro aseguró que se cobraría entre uno y tres nuevos soles.
De ser así, el experto en temas municipales, Julio César Castriglioni dijo que la medida se estaría de premiando de alguna manera a aquellos municipios que no cumplen con su trabajo de recaudación de impuestos.