En los minutos previos al inicio del tradicional Desfile Militar, la vicepresidenta de la República, Marisol Espinoza, se dio un baño de popularidad al detenerse, en más de una ocasión, para saludar a las personas que se encontraban presentes en las tribunas instaladas en la avenida Brasil.
El sorpresivo gesto de la parlamentaria captó la atención de las cámaras, arrancó más de un aplauso de las tribunas y puso en serios aprietos al personal de seguridad del Estado.
Además, tras su llegada, el presidente Ollanta Humala brindó un inusual y breve discurso. Este, junto con otros hechos anecdóticos, marcaron este 29 de julio.