El alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, se sometió de manera pública y frente a la prensa a la prueba del polígrafo, también conocido como detector de mentiras. Con la finalidad de demostrar a todos los ciudadanos de la ciudad trujillana, que llega a ocupar el sillón municipal con las manos limpias de corrupción.
Una de las preguntas hechas al burgomaestre, fue que si había cometido actos de corrupción durante su anterior gestión como alcalde de Moche, así como si había un intención de cometer actos de corrupción durante su gestión 2023 – 2026.
En ese sentido, Arturo Fernández, también invitó a todo el consejo y trabajadores municipales a someterse de manera voluntaria a dicha interrogación.
“Ya se les entregó la resolución, voy a recorrer área por área y de la misma manera voy a invitar a que pasen por aquí los trabajadores de licencia, fiscalización y obras, no es una obligación, porque después me pueden demandar; entonces, como lo ha dicho el poligrafista internacional, van a venir aquí los que de manera voluntaria acepten la invitación o los buenos funcionarios que quieran venir”, expresó.
“SI NO CUMPLO, QUE ME MATEN”
Durante la juramentación en el cargo, como nueva autoridad edil de la provincia de Trujillo, Arturo Fernández, pidió a la ciudadanía que si no llegara a cumplir su palabra “que me maten”. “Por mi Dios, solamente ante él, por traernos al mundo. Sí juro, si no cumplo, que me maten”, respondió el burgomaestre.