Algunos de los intervenidos contaban entre 11 y 14 años de edad, lo anecdótico es que estos se pusieron a bailar en plena dependencia policial mientras los agentes les pedían sus datos personales. Minutos más tarde se dio aviso a los familiares para que llegaran a recogerlos.
Por la actitud de los jovenes bajo los efectos del alcohol no se encontraban muy conscientes de lo grave de la situación y de lo peligros a los que se exponen.
Las autoridades de Pucallpa investigan el caso para determinar la sanción correspondiente para quienes vendían licor a los menores de edad.