El general y ex jefe del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), Marco Miyashiro, se pronunció tras la muerte del cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, señaló que el cadáver del genocida debe de ser incinerado y posteriormente sus cenizas deberían de esparcirse en el mar.
Miyashiro indicó que, si ya en vida se le rendía homenaje a Abimael Guzmán, es primordial no tener un lugar físico donde se puedan dar actos de apología al terrorismo, y así garantizar la seguridad nacional para salvaguardar la convivencia pacífica de la población.
