Los efectos por las distintas precipitaciones no tienen cuándo acabar y uno de ellos es la escasez de agua en la capital, lo cual ha generado una fuerte preocupación en la ciudadanía. Debido a esto, los limeños salieron a los centros comerciales y supermercados para abastecerse de este elemento para los días de emergencia.
Botellas y bidones desaparecieron de los anaqueles en Wong, Plaza Vea, Metro, Tottus, Vivanda y otras cadenas de la capital. Esto generó incomodidad en varios usuarios. Pese a que el precio no se habría visto incrementado, las botellas de agua se acabaron rápidamente.
Algunos distritos intentaron suministrar agua a su población con camiones cisternas. Botellas, baldes y distintos recipientes fueron utilizados para almacenarla mientras la gente formaban largas colas. Incluso, algunos usaron sus vehículos para poder llevar mayor cantidad de envases a sus casas.