Una negligencia acabó con la vida de Víctor Hilario Torres Saavedra, un repartidor de gas de 28 años, quien murió cuando la moto que manejaba impactó con una soga mal colocada en la vía pública en Canto Grande. Una mujer trató de auxiliarlo, pero lamentablemente nada pudo hacer para evitar su deceso.
El accidente ocurrió a escasos metros del colegio José María Arguedas de San Juan de Lurigancho. Otros testigos responsabilizaron a los padres de familia de la institución por cercar la calle con sogas sin alguna señalización y sin brigadas que custodien el lugar.
Tras advertir la presencia de un equipo de Panamericana, las autoridades del colegio evitaron todo contacto con la prensa. Se supo que Torres vivía en Santa Anita y que desde hace años trabajaba como repartidor de gas. Sus familiares aún no se resignan a su partida.
Los restos de Víctor Hilario Torres Saavedra fueron velados en su vivienda en Santa Anita. En tanto, el caso tendrá que ser investigado para hallar a los responsables penales del deceso del joven natural de Satipo.
