Los restos de los tres valerosos bomberos que fallecieron en el cumplimiento de su deber durante un incendio en una fábrica de El Agustino fueron enterrados con todos los honores en el cementerio Campo Fe de Huachipa. A lo largo del día los hombres de rojo recibieron homenajes póstumos.
Los féretros de Alonso Salas Chanduví, Eduardo Jiménez Soriano y Raúl Sánchez Torres, fueron velados desde el miércoles hasta hoy en la mañana, en el local de la Compañía de Bomberos Roma 2.
Antes de llegar al Campo Santo de Huachipa, los féretros fueron trasladados sobre las unidades móviles de su compañía a cada una de las casas de los bomberos en los distritos del Rímac y San Juan de Lurigancho donde sus vecinos los despidieron.
Con flores en manos, los familiares de las tres víctimas se despidieron de los féretros. Conmovido por la muerte de estos hombres, el ministro del Interior, Carlos Basombrío, acompañó el cortejo fúnebre y en el cementerio se comprometió ante las madres, hijos y esposas a trabajar para terminar con las limitaciones en el Cuerpo General de Bomberos.
“Compañeros, amigos, les rendimos honores. Hasta siempre, compañeros”, fue el breve pero sentido mensaje que entonaron representantes de los Bomberos ante los restos de los efectivos caídos en acción.
