En Lima, muchos paraderos no cumplen con su función, y es que algunos se han vuelto inseguros, sirven como comercio ambulatorio y hasta como baños públicos.
Un equipo de 24 Horas recorrió diferentes puntos de la capital para conocer el estado de los paraderos y todo lo que deben soportar día a día los pasajeros al momento de esperar su movilidad.
En Santa Anita, en la concurrida avenida metropolitana, encontramos paraderos mal diseñados, sucios, rotos y descuidados. Y como si esto fuera poco, una vez más el comercio informal tomando espacios que no le corresponden.