Tras estar durante varios años inmersos en un conflicto, las calles de la capital siria, Damasco, fueron invadidas por el espíritu navideño que llenó de luces y fuegos artificiales sus calles.
Mientras tanto, en República Checa, la festividad también se ha apoderado de esta parte del mundo. Allí tres muchachas se disfrazaron de ángeles y descendieron de una altura de 30 metros desde la torre de una iglesia local.
Por otro lado, en Alemania, un hecho similar ocurrió, pero esta vez con Papá Noel, quien bajó de un edificio de 24 pisos con una bolsa llena de regalos que finalmente entregaría a los niños que lo esperaban con mucha emoción.